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Usos y buenas costumbres de consumo



Es por ese motivo que, para optimizar el consumo, es necesario llevar a la práctica los buenos usos de los calefactores u hogares:

• Para mantener el confort en una casa es suficiente una temperatura de 21 °C.

• No usar la calefacción para secar ropa, ya que cubrir los aparatos dificulta la difusión de calor.

• Abrigarse dentro del hogar es una buena práctica para evitar subir la temperatura.

• Cerrar las habitaciones que se están calefaccionando, ya que es más eficaz conservar el calor en espacios pequeños. 

• Aprovechar la irradiación de la luz solar en los días más cálidos. 

• Mantener un buen aislamiento térmico para evitar las filtraciones de aire por ventanas y chimeneas. 

En la actualidad no es necesario renunciar al bienestar de ambientes climatizados, por el contario, ser responsable en el uso de la energía es una práctica que une el confort y el consumo regulado y seguro, para aprovechar de la mejor forma los equipamientos para la calefacción en los días más fríos.

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